La última vigilia
Eligió hibernar cuando el mundo ya no ofrecía nada nuevo. Programó su cápsula para despertarlo solo si la humanidad alcanzaba la sabiduría o se extinguía.
Pasaron siglos.
Cuando al fin sus ojos se abrieron, no quedaba nadie para contarle qué ocurrió. Solo un cielo sin satélites, un planeta en silencio... y una leve brisa que olía, por primera vez, a verdad.