Griterío
Me
siento en un bar abarrotado. Veo al camarero de lejos…
—Por favor, una cerveza.
Pasa el
tiempo…
—Por favor, una cerveza.
Pasa
otro rato…
—Por favor, una cerveza.
Por fin
se acerca el camarero con tres cervezas…
—¡No! Solo una. Se lo he ido repitiendo por si no me oía.
—¡Disculpe! Oír, oigo bien, otra cosa es verle.