Las palabras no conducen a ninguna parte

Pronunciaron discursos, trazaron promesas, dibujaron mundos con tinta y saliva.
Caminaron tras ellas como quien sigue un sendero invisible, creyendo avanzar.
Pero el horizonte seguía inmóvil, tan ajeno como al principio.
Las palabras eran solo eso: ecos flotando en el vacío.
Al final, solo el silencio supo abrir un camino.