Gestación



Encuentro un fósil incrustado entre los estratos de la ladera de una montaña. Con cuidado, lo extraigo del sedimento que lo atenaza. Parece un huevo de hace millones de años. Lo sacudo con las manos para limpiar la superficie. En ese instante, algo, desde el interior, empieza a picotear el cascarón. Se abre una brecha y asoma el pico de un polluelo. No cesa de piar mientras me observa. Sorprendido y algo asustado, lo acerco al oído y escucho:

—¡Cabrón! deja que me siga incubando.